Un año más, la Cruz del ECYD ha paseado por las calles cargada por los costaleros, mientras otros chicos portaban cirios o explicaban a los viandantes el sentido de la Cruz de Mayo y de la Resurrección.
Julián, un padre de familia que lleva muchos años ayudando en la organización de esta procesión nos cuenta que “la Cruz de Mayo es una manera de evangelización con nuestras costumbres y la idiosincrasia de nuestra tierra. Actualmente, la posibilidad de salir a la calle y dar testimonio de Jesús me parece una pasada y que la juventud pueda con total libertad dar ese testimonio es el apoyo que por mi parte puedo ofrecer”.
Y concluye: “Los jóvenes de hoy necesitan ejemplos a seguir y qué mejor oportunidad para los padres para guiarles en el camino de la fe que esta”.
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