Vive en Madrid, en la comunidad de Conde de la Cimera, y, entre otras responsabilidades, trabaja en la Universidad Francisco de Vitoria como mentor, es Director Espiritual y Formador de la sección de Jóvenes del Regnum Christi y profesor de Teología del Cuerpo.
Le hemos pedido que nos señale alguna lección que hayan aprendido en su comunidad de laicos consagrados de España a raíz de la pandemia que está sufriendo el país.
Esta es su respuesta, no deja indiferente.
“Se dice mucho que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Pero también es verdad que valoramos más las cosas ordinarias cuando, por alguna circunstancia, las vivimos con una intensidad poco usual. Y eso es lo que nos ha pasado a nosotros. En estos momentos, la prioridad es nuestra comunidad, el otro, lejos de las mil y una responsabilidades del apostolado.
Estamos aprendiendo a valorar un tesoro que, es verdad que sabíamos que teníamos, pero que quizás a veces el activismo se encarga de que olvidemos, por lo menos parcialmente.