“Pensamos que hay un cierto paralelismo entre los 40 días que pasó Jesús en el desierto y el confinamiento -nos explica Irene-, pero sobre todo lo que nos preocupaba era que, al no tener a Cristo físicamente y tan ‘accesible’ como estamos acostumbrados, podía llegar un punto en el que se nos olvidase que Él es el camino y que nunca nos deja solos”.
Así surgieron unas pequeñas reflexiones diarias del Evangelio en el Instagram de la sección (@rcronda_mad).
“Nos pusimos manos a la obra: Idris se encargó de buscar chicos para las reflexiones y yo de buscar chicas”, nos sigue contando esta estudiante de la Universidad Francisco de Vitoria que ahora vive confinada con su familia en el País Vasco.
Y nos lanza una invitación: “De cara a Semana Santa haremos algo distinto, pero si queréis saber más al respecto solo tenéis que seguirnos en nuestra cuenta de Instagram @rcronda_mad.
Os pedimos oraciones para que esta iniciativa siga adelante y de buen fruto”, concluye.