Somos una familia en la Iglesia formada por los Legionarios de Cristo, las Consagradas del Regnum Christi, los Laicos Consagrados del Regnum Christi y por miembros laicos.
Procedemos de muchos países y culturas diferentes; de muchas edades y circunstancias sociales distintas, pero nos une la experiencia de habernos encontrado con Cristo -¡vivo!-, y con su amor.
Así que somos sus testigos, y sentimos ardientemente que nos llama a ser sus apóstoles: a estar con Él, a ser más suyos, a colaborar con nuestra vida para que otras personas se encuentren personalmente con Él y experimenten ese amor suyo invencible que te transforma, te convierte en su apóstol, y te da la alegría interior de saber que estamos hechos para siempre porque Cristo está vivo, porque ha vencido a la muerte, y donde está Él estamos ya participando de la eternidad.
Todo ello, por supuesto, en medio de la incertidumbre, la duda, la imperfección, los problemas, las infidelidades y las meteduras de pata… pero con la experiencia del amor de Dios, de su perdón, y de que nada, nada, nada podemos hacer que nos separe de Él.
“Nuestro lema es ¡Cristo Rey nuestro, Venga Tu Reino! (EFRC, 13)
Esta petición expresa el deseo ardiente de hacer presente el Reino -a Cristo, que es el Reino en persona-, y de vivir como las primeras comunidades cristianas: