Tal y como nos explica el P. José Luis Maroto, L.C., capellán del colegio, se trataba de conseguir tres objetivos: “Convivencia y descanso, formación y oración”.
Ha resultado una experiencia muy enriquecedora, pues “estando a final de curso, nos sentimos cansados y era necesario encontrar un momento de descanso”, explica el P. José Luis, que además insiste en que “pudimos convivir con compañeros de diversos niveles, a alguno quizás sólo los conocemos de vista, y en un ambiente diverso del colegio”.
Junto a la convivencia y el descanso, la actividad perseguía algunos momentos de formación: “Ahora bien, la formación es un concepto muy amplio”, explica el capellán del colegio, así que “enfocamos la formación tratando de ayudarnos a vivir mejor nuestra vida cristiana”. A ello contribuyó el testimonio de Paul Ponce en la serie de Juan Manuel Cotelo titulada “Te puede pasar a ti”, y unas charlas en las que también participó el P. Vicente Cortina, L.C., sobre cómo hacer oración.
Esta formación se plasmó en el tercer objetivo: tener momentos de oración. Así que las profesoras participaron en algunas meditaciones, ratos de adoración y Misa. Unos momentos de encuentro con Dios, de los que por el día a día no siempre hay tiempo para tenerlos con calma. “Tanto en la meditación como en la adoración buscamos que los profesores pusieran en práctica lo que se les había enseñado”.
Las participantes salieron muy contentas y agradecieron las pautas que se les dieron para dar continuidad a lo que se vio en esta convivencia, a la vez que animadas a invitar a más personas a las convivencias que se puedan organizar el próximo curso.