La UFV junto con el Banco Sabadell ha desarrollado este curso de asesoramiento financiero para aportar los conocimientos necesarios a las Instituciones Religiosas y entidades del Tercer Sector que les faciliten la gestión de sus instituciones y la optimización de sus recursos.
Santiago Portas, director del segmento de Instituciones Religiosas del banco, reconoce que vio la necesidad de organizar una formación jurídica, fiscal y tributaria sobre la Iglesia y para ella, basada en la transparencia y de la profesionalización.
“Hablar de dinero cuesta mucho en la Iglesia, pero las cosas se hacen con dinero; y si tú quieres por ejemplo hacer un colegio u otra obra de importe elevado, tienes que tener los conocimientos para poder gestionar adecuadamente y que no nos engañen” .
Este curso está destinado a empleados del banco, pero también a ecónomos de diócesis o de órdenes religiosas, administradores de conventos o de centros educativos, párrocos, gerentes de fundaciones.
“No existe una vocación para llevar las finanzas de su institución, y estas personas lo hacen con mucha dedicación, pero en ocasiones sin una formación idónea”, explica Santiago Portas, director del segmento de Instituciones Religiosas del banco.
Este curso consta de 200 horas de formación en materias como jerarquía, patrimonio, fiscalidad, sostenibilidad, inversiones socialmente responsables y su aplicación dentro de la Doctrina Social de la Iglesia, cooperación al desarrollo y análisis de proyectos.
“La fiscalidad y el patrimonio tienen un peso muy concreto en el curso, y en los módulos cuatro y cinco se pone a la persona en el centro, mediante la Evangelii gaudium, el bien común, las finanzas éticas y sostenibles”, explica Santiago.
El curso es 100% online, permite el acceso desde diferentes plataformas y dispositivos y se podrá realizar por módulos o de forma completa, adquiriendo en este caso la certificación por parte de la Universidad.
Santiago Portas se ha dedicado durante años al trato cercano con instituciones religiosas y reconoce que lo que más le preocupa es la gestión del patrimonio financiero. Saben que no pueden arriesgar en bolsa su patrimonio o invertir en empresas que atenten contra sus principios, y para ello, Santiago reconoce que deben tener “conocimientos para gestionarlo de forma ordenada, que genere un rendimiento en línea con la doctrina social de la Iglesia”.