Regnum Christi España

Retiro de sanación

Retiro de sanación | José María Noriega: “Un retiro lleno de Dios Padre, de Jesucristo, de Antiguo y Nuevo Testamento, de Sagrario y de oración”

  • El retiro de sanación ha sido un retiro “temático” sobre el Espíritu Santo y nuestra relación con Él
  • El Espíritu quiere enviarnos a todos los cristianos a curar, devolver la vista a los ciegos, expulsar demonios… Esto, ¿nos lo creemos de verdad?
  • El Espíritu Santo es el que sostiene ahora el mundo con su Amor y nos manda al mismo a predicar el Evangelio.

El retiro ha sido una experiencia maravillosa y en cierta medida distinta a los retiros que estamos acostumbrados en el Regnum Christi. Si se me permite, un retiro “temático” sobre el Espíritu Santo y nuestra relación con Él. Por supuesto un retiro lleno de Dios Padre, de Jesucristo, de Antiguo y Nuevo Testamento, de Sagrario y de oración. Dirigido por el P. Carlos Luján L.C. y Susana Ayala, consagrada del Regnum Christi. Como asistentes el P. Jesús Pérez, varias consagradas más, y unos 25 seglares.

 

Retiro de sanación
El retiro de sanación tuvo lugar en casa de ejercicios de las Oblatas, en Ciempozuelos

 

En su contenido aspectos como recordar y recuperar la identidad propia del ser humano, volver al principio de la relación de Dios con el hombre, ver por qué y cómo se deterioró con el pecado original y qué heridas ha producido eso en nuestra propia identidad, y cómo sanarlas, con la acción, ¡claro!, del Espíritu Santo.

Jesucristo tenía dos pasiones: su Padre y el Espíritu Santo

Jesucristo tenía dos pasiones que quedan reflejadas perfectamente en el Evangelio: su Padre, el Padre con el que tenía una intimidad infinita; y el Espíritu Santo, del que llega a decir os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito” (Jn 16, 5-11). Tal es el Amor que hay entre los tres.

El Espíritu es el que reparte sus dones a quien quiere y como quiere

El Espíritu es también el que reparte sus dones a quien quiere y como quiere, y el que también actualmente quiere enviarnos a todos los cristianos a curar, devolver la vista a los ciegos, expulsar demonios… Esto, ¿nos lo creemos de verdad? Quizás pensemos que eso ya no tiene vigencia, que el Evangelio, los Hechos de los Apóstoles o las cartas de San Pablo ya no tienen actualidad. Pero no es así, el Espíritu Santo es el que sostiene ahora el mundo con su Amor y nos manda al mismo a predicar el Evangelio.

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