El H. Yago aporta una respuesta con su testimonio en un video de “Y a ti, ¿a qué te llama Dios?”.
Aquellos momentos más duros en la vida de un seminarista sirven de prueba para dar claridad al camino, y en el caso del H. Yago, estos le ayudaron a crecer, superarse a sí mismo y amar más a Dios. Porque como dice él: “Cuando más cuesta, es cuando uno puede demostrar a la persona que ama que le ama de verdad, a pesar de todo lo que le pase”.